¡Nos juntamos cuarenta! Vinieron maestras de sitios lejanos, como en los mejores cuentos, y también de ahí al lado. Asi que fue más charla que taller. No pudimos construir el cuento, pero inventamos una historia estupenda:
«Un ratón pasea por el bosque, recoge flores distraído y…
se cae por un agujero, llega al cuarto de una niña
que está escondiendo un diente debajo de la almohada. La niña ve al ratón y corre hacia él con el diente en la mano. Cree que es el ratón Pérez.
El ratón la mira, no sabe cómo decir…estira la mano con el ramo de flores. La niña sonríe. Coge las flores, le concede el diente».