RIO Y JUEGO ha sido el parque infantil para estas fiestas del Pilar 2016. Ideado por la Pai con la colaboración de Ecodes, los niños y niñas han dispuesto de 18 zonas de juego. Digo “dispuesto” porque muchas de ellas eran de juego libre. En la zona:En oscuridad hemos jugado con las sombras y la luz. Mesas de luz con material escondido debajo (encontrarlo ya era un juego) con el que hacer torres, formas, cambiar colores… Y una zona de teatro de sombras. En las mesas de luz había ratos largos de juego autónomo. Yo facilitaba el material, miraba. Un niño y su padre hicieron una torre de botellas marrones y pajitas (las botellas tenían agujeros): entre los dos equilibraban pesos, discutían el procedimiento, arriesgaban. He oído varias veces a un adulto/a preguntar: “¿Nos vamos?” y al niño o niña decir: “Noooo”. Bebés investigando el material o tocando con las palmas abiertas, la luz. Las niñas y niños se gestionan el material buscando de una mesa a otra. Algunos/as tienen un objetivo concreto enseguida:”Voy a hacer un cohete”, “me gustan las cosas pequeñas”. En una mesa juegan cuatro y no se discuten el espacio ni las cosas. En otra juega una solo/a y se concentra tanto que pasa el tiempo y no lo siente.
Un padre sabe hacer sombras, nos lo enseña en las luces de la pared.
En la zona de teatro de sombras piden salir de dos en dos o de tres en tres: levantan caracoles, arrancan la torre Eiffel, ululan como fantasmas, tocan la guitarra. «Venga, digo al grupo de adultos, ¿alguien mayor quiere jugar?» Una mujer sale voluntaria. La imagen propuesta que le sale es de una niña haciendo el pino. La madre se pone al lado de la sombra proyectada y hace un pino perfecto. Le aplauden. Surgen carcajadas con algunas imágenes. Algún peque salen y salta, salta, al otro lado del telón su sombra salta alegre.
Los dos primeros días muhcas personas adultas no jugaban, se quedaban aparte, serias. Luego empezaron a participar.
Clima de juego, de risas. En la ideación de las zonas hay puesto mucho cuidado, humor, imaginación y respeto por la infancia. Gracias a la PAI que crea grupo y cuida a la gente que trabajamos con ellos. Gracias a Jesús, compañero de zona. Para mí, que suelo trabajar sola, ha sido un lujo trabajar en equipo. Han sido unas fiestas preciosas, ahora tengo nostalgia, como de cada cosa hermosa.