La primera noche que pasé en su casa, bueno, la mañana siguiente, estuve mirando sus libros. Me asombró todos los que había de poesía y ahí estaba Louise Glück: El iris salvaje. No la conocía. Leí un par de poemas y apunté el nombre para buscar luego el libro en la biblioteca y poder leerlo.
He leído a Louise Glück en ese mismo volumen porque he tenido la suerte de volver a esa casa una y otra vez. Nos hicimos amantes. Lo leí allí, otras mañanas con ella.
Es buena poeta y además, es muy buena recomendando gente. Os aviso.
…”tengo por voz solamente mi cuerpo.” L. Glück