Narrar el placer.2.

Zamora. Patio del centro de interpretación de las ciudades medievales. Noche cerrada. Un escenario pequeño, bien iluminado, bajo una higuera. Mi sesión empieza con un poema que se titula: Higos…»todo fruto tiene su secreto«…Una coincidencia estupenda.
Pero no fue entonces sino a mitad de sesión que, en unos aplausos, sentí que contar historias eróticas es un modo de hablar de la libertad. Me dio alegría sentirlo. Zamora. Inicio sesión eróticos