Llegué a Aliaga una tarde de sol. Había quedado con los niños/as a las tres de la tarde. También con Julia, claro, la bibliotecaria. Venían cansados porque Julia les había hecho una visita por el monte hablando de rocas. Me presentó como la que os va a contar unos cuentos estupendos. Y lo creía, porque se quedó a escuchar en primera fila.
En este video cuentan su infancia. Caminar dos horas hasta la escuela y recordar …»el primer día de clase lloré tanto como ellos se rieron de mí»… Niña con mundo dividido en dos desde que empezó a leer. Niña que nació por tercera vez el día que entró en la biblioteca. Y ahí está, animando a leer rocas y libros. Gracias.